lunes, 25 de enero de 2021

Artículo sobre la novela VIVIR SE ESCRIBE EN PRESENTE de ALEJANDRO G. ROEMMERS por Bertha Bilbao Richter

 Les dejamos el link de un interesante artículo:

ARTÍCULO SOBRE ROEMERS

Homenaje a la Dra. Guzzo por Lilia Cremer

 El trabajo más difícil    

por Lilia Cremer

 

Hoy, un papel en blanco permanece a la espera de mis palabras.Es todo un desafío.Las emociones inhiben la escritura, ahogan las palabras. Es, sin dudas, el trabajo más difícil y doloroso que la profesora podía haberme dejado.

La Dra. Guzzo era esa académica que siempre se ponía al nivel de sus alumnos con humildad, modestia y enorme generosidad.Sus clases eran cátedras de saber que impartía con genuina vocación docente. Sabia despertar admiración y respeto. Sentada entre nosotros, sus alumnos de la Diplomatura, nos hablaba como en charla de amigos de “monstruos ” como Boris Tomachevski y su teoría de la literatura; de Barthes y su análisis estructural del cuento; de Hayden White con Historicidad y Ficción; de Shklovski y El Arte como artificio; de los Formalistas rusos, Tyniánov, Jakobson, Propp y tantos otros. Pero había algo más detrás de la doctora en letras y que yo tuve la dicha de conocer: una mujer sensible, amistosa, compañera, sincera “sin vueltas”.

Nos conocimos por un hecho fortuito del destino. Ambas participábamos de un encuentro literario en Arrecifes, organizado por mi querida Amanda Patarca y yo, que había ido por mi cuenta más tarde que el grupo, no tenía  lugar en la hostería donde pasar la noche. Fue Cristina Guzzo quien me ofreció compartir su habitación. Nunca olvidaré ese gesto. Pasamos horas charlando.Me contó de sus años viviendo y dando clases en Estados Unidos, de sus gatos de la raza  Bosques de Noruega, con quienes convivía en su departamento, compartía su cama y sus finos sillones que ellos fueron destruyendo poco a poco, en fin, hablamos de eso tan importante que es la vida. Y continuamos esas charlas cuando fue profesora de la Diplomatura de SADE durante 2018 y 2019.

 

Vuelvo a la hoja en blanco. Liberada la emoción y la tristeza, sonrío recordando cuando al terminar las clases salíamos corriendo porque Cristina tenia que llegar a tiempo para ver la novela Tierra de amor y venganza.

Guardo como un tesoro el último mensaje que recibí por Facebook cuando me pidió el cuento que había sido premiado…




No sabíamos que otro destino de aulas etéreas y alumnos angelicales la estaban esperando. Yo, en mi desconsuelo, la recordaré con la alegría de los buenos momentos compartidos, desde un lugarcito preferencial de mi corazón.