Procesos de subjuntivización en ¡Socorro, Mamámomia! de María de la Paz Perez Calvo. Por Marcela Lucas

Procesos de subjuntivización en ¡Socorro, Mamámomia! de María de la Paz Perez Calvo

Por Marcela Lucas


Presentación

Este artículo se propone contribuir con el análisis de la discursividad narrativa de la novela ¡Socorro, Mamámomia!, de la escritora argentina María de la Paz Perez Calvo, publicada en 2019 por la editorial Niña Pez. 

El interés por esta obra deviene en que se distancia de la paraliteratura (Lluch, 2010), pues no se propone “moldear el pensamiento y la conducta de las nuevas generaciones.” (Carranza, 2020), ni apunta a una lectura simplificada, sin retos. Por el contrario, juega con la ambigüedad y la plurisignificación; su complejidad narrativa suscita en quienes la leen procesos de subjuntivización.

Cabe señalar que el relato que nos ocupa se inscribe dentro del género neofantástico en el que Rosmary Jackson (1986), ampliando la clasificación de Tzvetan Todorov (1980), reconoce el fenómeno sobrenatural como un elemento integrado con naturalidad en el mundo posible. Momiápolis se conforma empíricamente como un tiempo-espacio creíble donde se mueve lo irreal; el lector no experimenta vacilación ante el hecho extraordinario o extraño, ni cuestiona la invasión humana al mundo de las momias, en el pacto de lectura. 

Dentro de lo neofantástico, la obra plantea el “problema del otro o del no-yo”: “desde la psicología, se refiere a problemas de relación con el otro, conflictos de aceptación de lo que no soy yo, de lo distinto a mí, y problemas de autoridad.” (Perez Calvo, 2020). La protagonista y demás personajes no aceptan a los humanos, los ven distintos de ellos y los consideran un peligro; al mismo tiempo, la autoridad de las y los adultos se ve cuestionada por las infancias. 

Esta ficción no solo cuestiona las relaciones entre mundo adulto e infantil, sino que invierte el rol estereotipado del hombre como protector, las heroínas son mujeres y los hombres alcanzan la tranquilidad a partir del accionar de ellas. Nessi, la niña protagonista, es quien más conoce a los invasores por sus “lecturas literarias” y quien se atreve, a pesar de su edad, a enfrentarlos. Aunque la resolución del conflicto está a cargo de la madre, la novela evita una posición adultocentrista, se focaliza en las infancias (“Y en esos días de inquietud en que los adultosmomias esperaban asustados las noticias y cuchicheaban en la sombra sus temores, Nessi y los niñomomias comenzaron a planear la resistencia”, Perez Calvo, 2019, p. 27), cuestiona el universo adulto y visibiliza situaciones en las que no se escucha la voz de la niñez (cap. 18, “La Asamblea de momias continúa”, p. 41). 

La discursividad narrativa en ¡Socorro, mamámomia! despliega una riqueza literaria que va más allá de estas observaciones que colaboran con el estudio disciplinar.  Desde una trama cargada de imaginación y transgresión posibilita a quienes la leen enfrentarse a dudas sobre la propia existencia; incluso, a pensar en la vida más allá de la muerte, es decir, promueve procesos de subjuntivización que examinaremos a continuación a partir de recursos humorísticos y de la intertextualidad. 


Procesos de subjuntivización en la lectura

La novela que nos ocupa, como anticipamos, promueve procesos de subjuntivización. Con este término, el psicólogo Jeromer Bruner (1999) refiere que el texto literario permite cierta precepción a través de la conciencia narradora, la perspectiva múltiple y la metáfora; es decir, mantiene el significado abierto y “producible”, logrando “subjuntivizar la realidad” (Bustamante, 2019,54). La plurivocidad semántica del discurso literario anticipa múltiples lectores, múltiples buscadores de sentidos, en tanto sujetos complejos atravesados por la experiencia. Desde este marco, se analizarán algunas estrategias discursivas de ¡Socorro, mamámomia!, en las que se abren los significados para invitar a quienes leen a reconstruirlos, completarlos, recrearlos. 

El relato se edifica sobre dos o más hilos narrativos diferenciados por cambios de relaciones espaciales en el interior de Valle de la Mañana Eterna (con distintos “Niveles” de “Momiápolis”) y exterior (mundo de los seres vivos), y/o por cambios de focalización ya que el narrador en tercera persona muestra la invasión desde la percepción de Nessiriti u otros ciudadanos de Momiápolis  (por ej. el gobernador, cap. 14) y la exploración científica desde la perspectiva de la Dra. Verne (cap. 22), de Fido (cap. 27), Emo (cap. 28) y Orco (cap. 29). 

La pluralidad de voces facilita, como venimos planteando, que lectoras/es niña/os, jóvenes o adultas/os desplieguen procesos de subjuntivización; no ofrece una perspectiva única, ni cae en la moralización fácil; por el contrario, permite pensar la complejidad de la existencia. Presenta una relación de metatextualidad (Gerard Genette,1989, citado por Bustamante 2019) de un texto a otro sin nombrarlo, interpela a quienes leen con juegos dialógicos intertextuales. La novela se construye a partir de otros textos que “ayudan a indicar posibles posiciones interpretativas a sus lectores al distanciarlos de los eventos que se representan y de los personajes, y permiten que dentro del texto haya una pluralidad de discursos.” (Silva Díaz Ortega, 2005,70).  

Quienes leen reconocen múltiples huellas para abordar sentidos en torno a la poética del género y/o de los diálogos intertextuales. Referidas a las normas conocidas o de la poética inmanente del género, registran la organización en apartados subtitulados, el predominio de lo narrativo sobre otras tramas textuales; las anticipaciones del paratexto. También, el elemento extraño propio del género neofantástico, pues las momias y sus aventuras para defenderse de los invasores humanos se incorporan con naturalidad al mundo creado. 

 En la representación de relaciones implícitas o explícitas con obras conocidas del mundo literario se nombran las “leyendas sobre los Seres vivos” (p.7), cuya lectura le proporcionó a la protagonista pistas para impedir la invasión humana; la arqueóloga se apellida como el célebre escritor de literatura fantástica Julio Verne; y se alude a personajes legendarios de la literatura (D´Artagnan y Lancelote: “Dartañeticle y Lancelotipay, los Embalsamados de la Guardia […]”, p. 11).  

Las relaciones dialógicas no solo abren conexiones con la literatura, sino también con la historia. De esta manera, varios personajes portan nombres que remiten a personalidades célebres en la historia de la ciencia (“Galiletón  y Vinchetepuc  eran momiacientíficos de la UFA”. p. 11). La evocación de la cultura milenaria egipcia colabora en la construcción del mundo de “Momiópolis”, la ciudad más poblada del “Valle de la Mañana Eterna” (p. 7), habitada por momias que descansan en sarcófagos o urnas. Incluso se alude la arquitectura (“la Gran Pirámide”) y a faraones egipcios acudiendo a juegos lingüísticos: la maestra se llama “Cloclopatra” (en referencia a Cleopatra), un niño “Tutankietón” (nombre que juega con el intertexto de Tutankamón). También se dialoga con la tira cómica de Chespirito a partir del personaje “Sheps”, apócope de “Shepsitaneskaf”. 

Las relaciones dialógicas no terminan allí, hay intertextualidad con frases hechas de la cultura popular. Por ejemplo, en un claro juego irónico, el diario se llama La momia que parla, en clara referencia a “el muerto que parla”. (“Ni siquiera el diario local "La momia que parla", considerado muy veraz y serio, podría informar que lo provocaba” pág. 9). La narración permanentemente les hace guiños a lectoras/es adultas/os, con las intertextualidades que hemos referido, pero también con recursos humorísticos. Por ejemplo, acude al uso de siglas que quien lee pueda decodificar de manera plurívoca: “Departamento QEPD: Quejas, Escándalos, Problemas y Deficiencias.” (p.14), las lectoras/es jóvenes o adultas/os podrán leer además: “Que en paz descanse”.

¡Socorro, Mamámomia! presenta fuertes marcas que exhiben el trabajo intencional de su autora con el humor. Como explica Ricardo Mariño (2015): “el humor obliga a trabajar al lector poniéndolo en una posición activa, a partir de una situación de placer implícita en ese tipo de discurso”, favorece procesos de subjuntivización pues “nunca es llano, siempre requiere y estimula una cierta rapidez intelectual” (Mariño, 2015). 

La novela convoca a la risa (o sonrisa) sobre los sistemas de creencias (“Las historias sobre la existencia de seres vivos fuera de los muros de la Gran Pirámide eran cosa para asustar a los niños o contar en campamentos momeriles. Nadie creía en eso”. (p.19)). También, sobre las reacciones en el mundo de las momias, donde son mayores los que temen, y no tanto los niños: 

Cuando Lancilotipay, Dartañeticle, Galiletó y Vinchitepuc regresaron con las vendas al viento a informar lo que había sucedido, Nessi se dio cuenta, con solo verlos, que sus aventuras no habían sido emocionantes ni divertidas.

¡Lan, Darta, Gal y Vinchi traían las vendas de los rostros enredadas por el espanto!

A Lan aún le temblaban las costuras. (p. 19)

De esta manera, el humor supone una doble mirada sobre las cosas, un distanciamiento capaz de advertir una combinación inesperada (Mariño, 2015). 

El relato de Perez Calvo no minimiza a las y los lectores niños, pide agudeza intelectual y destreza lingüística en la lectura de los juegos del lenguaje que surgen a partir de procedimientos lexicológicos. Al leer, se encuentran: palabras compuestas unidas (“Mamámomia”, “momiacientíficos”) o separadas (“Escuela de Educación Tétrica”); complejas con prefijación y sufijación (“Impulsivotep”), otras que combinan procedimientos (“Todomedamiedop” y “Hablobajitic”). Uso de siglas con doble intención; por ejemplo, la arqueóloga llama a sus ayudantes por la letra inicial, con lo que conforma la palabra FEOS para nombrarlos: “FEOS, los espero en el sector H5. Traigan palas” (p 21). Incluso, la invención de expresiones en el código lingüístico de Momiápolis: "todo eso, en idioma momerio, se expresa con un simple ¡Graummm grojugram grafff! y se traduce como: ¡Rajemos!” (p. 17). Estos recursos contribuyen con la creación del mundo ficcional apartado del real, pero con un anclaje en él. La reiteración de ellos logra un efecto en quien lee, que espera y a la vez se sorprende con nuevas creaciones. 

No están ausentes en la trama los absurdos: las niñas y niños momias comen “un paquete de piedritas fritas y una roca espolvoreada con cenizas”; ni el disparate: "Desde tiempos inmemoriables, numerosas momias turistas se han alojado en el hotel para petrificarse en sus reposeras" (p. 13).

Como expresa Ema Wolf en torno a la narrativa literaria humorística infantil, “La historia no propone ningún mensaje en el sentido de «tengamos cuidado con esto o lo otro» o «debemos hacer -o dejar de hacer- estas y tales cosas», pero algo acaba de ser puesto entre signos de interrogación.” (2008, 5). Y sí, el humor en ¡Socorro, Mamámomia! no es ingenuo; en los procesos de subjuntivización se invita, no de manera inocente, a lectoras/es niñas/os y de todas las edades a preguntarse sobre las creencias, los miedos, el lenguaje, las relaciones entre el mundo adulto y el de las infancias, y sobre la vida después de la muerte.


A manera de conclusión

A lo largo de este artículo, se ha realizado un análisis centrado en algunos de los aspectos que Valeria Sardi pondera: “(…) en lo literario poniendo en foco las poéticas, estéticas, procedimientos ficcionales, construcción de personajes, géneros y tradiciones literarias por sobre el mensaje o los valores que quieren transmitirse a los/as lectores/as a través del texto literario” (2016, p. 9)

Como se ha observado, “subjuntivizar” implica transfigurar lo banal de la narración; la subjuntivación apunta al deseo, a la posibilidad latente, al querer.  De esta manera, la narración no solo da lugar a lo existente sino a lo posible, a aquello que podría haber sido, o mejor aún, a lo que podría llegar a ser. Esta premisa es fundamental: cuestionar la realidad como aquello dado e inexorable que solo paraliza al ser humano y reconocer la posibilidad de movimiento. Bruner sostiene que “(...) contar historias y compartirlas los adiestra (a los seres humanos) para imaginar qué podría ocurrir si…” (en Siciliani, p. 44). A ello nos invita Perez Calvo.

Crea una ficción para un lector implícito cómplice, que se acerca a un texto neofantástico con sus propias ideas sobre lo que espera encontrar en él en concordancia con el marco social y cultural del que participa, del conjunto de sus experiencias vividas; pero es convidado no solo a reír o sonreír, a identificarse, a pensarse en el juego de inversiones, sino a deliberar sobre su propia existencia, porque ¡Socorro, Mamámomia! apuesta a distintas estrategias discursivas para permitir a las y los lectores “reflexionar sobre las incertidumbres humanas, al tiempo que los invitan a alzar la vista de la página impresa y seguir pensando…” (Bustamante, 2019). 


Referencias 

Literarias

Perez Calvo, María de La Paz. ¡Socorro, Mamámomia! Mendoza: Niña Pez, 2019.


Marco teórico

Bruner, J. (1999). Realidad mental y mundos posibles; Barcelona: Gedisa (Primera parte)

Bustamante, P. Por una literatura juvenil que (se nos) permita seguir creciendo. Kapichuá (pp. 49-62). No 1, 2019. Recuperada el 20 de octubre de 2021 de https://edicionesfhycs.fhycs.unam.edu.ar/index.php/kapichua/article/view/211/182

Carranza, M. La horrible consecución de fines útiles. En Catalejos. Revista sobre lectura, formación de lectores y literatura para niños, 11 (6), diciembre 2020, pp. 197- 212. Recuperado el 25 de octubre de 2021 de https://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/catalejos/article/view/4679/4688

Díaz Ortega, S. Libros que enseñan a leer: álbumes metaficcionales y conocimiento literario. Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona, Departamento de Didáctica de la Lengua, la Literatura y las Ciencias Sociales, 2005. (Tesis doctoral dirigida por María Colomer)

Jackson, R. Fantasy, literatura y subversión. Buenos Aires: Catálogo, 1986

Lluch G. Mecanismos de adicción en la literatura juvenil comercial. En Anuario de Investigación en Literatura Infantil y Juvenil, número 3. Vigo: Universidad de Vigo,2005, p. 135-156. Recuperado el 1 de noviembre de 2021 de http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/mecanismos-de-adiccion-en-la-literatura-juvenil-comercial--0/html/b4c88206-b4fa-4182-b09d-f9394ce0faaf_2.html

Mariño, R. El humor en la literatura infantil. Encuentro Federal de la Palabra, Tecnópolis, abril 2015. Recuperado el 2 de noviembre de 2021 de https://planlectura.educ.ar/?p=1223

Perez Calvo, M. Literatura fantástica. SADE, Diplomatura en Literatura Infantil, 2019. (recibido por correo electrónico)

Sardi V. y Blake, C. Poéticas para la infancia. Buenos Aires: La Bohemia, ColecciónAbraLaPalabra, 2011.

Siciliani Barraza, J. “Contar según Jerome Bruner”. Itinerario Educativo, XXVIII (63), 2014, 31-59.

Todorov, Tzvetan. Introducción a la literatura fantástica. México: Premia, 1980.

Wolf, E. El humor en la literatura. Feria del Libro de Medellín. Colombia, 2008. Recuperado el 4 de noviembre de 2021 de http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-humor-en-la-literatura-30092008-leido-en-feria-del-libro-de-medellin-colombia/html/cc3f6386-2647-11e1-b1fb-00163ebf5e63_1.html




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