La larga calle del barrio

María de la Paz Perez Calvo, La larga calle del barrio, Buenos Aires:  Niña Pez Ediciones, 2019, 72 pp. ISBN 978-987-8360-13-3

Por Graciela Licciardi

ILCH  Argentina


La larga calle del barrio de María de la Paz Perez Calvo es una nouvelle realista que con certeras pinceladas trasunta una franja social en la que las carencias, la amenaza constante de la muerte, el hambre, el comercio con la droga, el abuso sexual y diversas formas de violencia se hallan resaltados por la autora en forma magistral.

Narrada en primera persona por Rulo, el personaje central que escribe en un diario, lo hace con un carácter intimista que nos va llevando en forma fluida, a través de los sucesos narrados y que desnudan momentos de suma crudeza.

Los hechos son descriptos en forma cuasi natural por el muchacho que acepta, no con resignación, el estado de su situación.

Es sumamente rescatable el instinto superador de Rulo que no quiere ser como los demás de ese “ambiente”, admirable la resistencia que ejerce y que la escritura como medio de salvación establece la diferencia.

Conserva siempre la esperanza de tener la posibilidad de ir a vivir con su hermana Juliana, esa muchacha que ha logrado, después de un episodio sumamente traumático, salir de ese ámbito. 

La madre del adolescente juega un papel preponderante, de la cual es “esperable” un comportamiento amoroso pero lamentablemente no lo es sino por el contrario, muchas de las veces es incitadora para que el muchacho delinca, además de los reproches despreciativos y falta de gratitud hacia Rulo que hace todo lo posible por ser querido por ella. La presencia de una hermanita menor es apreciable por la ternura que en Rulo despierta.

Un grito desgarrador se esconde en esta historia narrada con heroísmo, un lenguaje adecuado a ese barrio con registros apropiados a los inadaptados sociales que allí están donde la violencia y la muerte  se encuentra en lo corriente del día a día.

También subyace la burocracia existente frente al rescate de seres que pueden sociabilizarse y la autora pone en relieve además la existencia de seres caritativos que siempre están dispuestos a ayudar al prójimo.

Ya desde el paratexto en la tapa la figura del adolescente con su mochila y la cabeza gacha nos invita a transitar por las páginas del libro, la síntesis del argumento es una entrada a nuestra curiosidad y las certeras palabras de un epígrafe que es parte del texto del interior es decisivo para querer zambullirnos en la historia. En ella dice: “Cuando quiero estar solo me subo a una montaña de escombros y basura que da a las vías del tren que ya no pasa más. Si no sopla el viento se puede estar muy cómodo allí. Si hay viento, apesta”.

María de la Paz Perez Calvo obtiene en esta nouvelle el equilibrio exacto entre la intuición, el arte narrativo, apelando incluso a recursos poéticos y la cruda realidad de los hechos descriptos  sin descartar, por suerte, una futuridad esperanzadora.


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