BASTA DE MORDAZAS ES UN AULLIDO

 Por Sonia Rabinovich

Dos escritoras se quitan las mordazas y escriben. Esgrimen la palabra, no como arma, sino como una forma de atestiguar al estilo de Allen Ginsberg en su poema “Aullido”.

Sí, es un aullido, porque de tanto callar tantas infamias, tanta violencia y tanto despropósito Graciela Bucci y Teresa Palazzo Conti arremeten sobre la página con aullidos en forma de narraciones y poemas que cuentan parte del horror al que nos vamos acostumbrando de escucharlo en las noticias, aunque de muchos de ellos ni siquiera nos enteramos.

Es tremendo suponer que este libro sea apenas una metonimia, la parte por el todo de algo que se reproduce en forma exponencial.

Desde el arte, poetas, pintores, escultores, lo hicieron, cada uno desde su lugar de impotencia porque solo pudieron dar testimonio y denunciar. Así Picasso con Guernica, Carlos Alonso con sus cuadros testimoniando la cruel Dictadura o bien Juan Gelman con sus poemas.

En la contratapa de este libro, José Bilbao Richter dice; “ Basta de Mordazas está escrito en forma expresiva donde la poesía y la prosa se amalgaman en elocuente equilibrio que conmueve “

Graciela Bucci me lo obsequió en la Feria del libro en Buenos Aires en 2018  y en la dedicatoria resumió su intención “ En este libro que pretende dar voz a los que no la tienen” Allí habla de las víctimas, como lo hace en cada relato y en cada poema junto a Teresa Palazzo Conti.

Violencia física y psicológica contra niños, contra mujeres , también contra hombres  por seres amparados en un poder que les otorga impunidad. Detrás de esto, un patriarcado que poco a poco se intenta demoler.

Lo dice Josefina Leyra en el prólogo, cuando habla de la aspiración de estas dos escritoras a denunciar el peligro del abuso como problema humano.

En el poema “Tapar para ver “ dice Graciela: “Detrás del cuerpo, apenas cuerpo, hay una bruma que lo cubre todo" y más adelante: “Tapa los ojos con dos manitos de anciana prematura".

No es sólo testimonio; en este poema hay un lenguaje que sugiere y lastima. Es la belleza del arte que puede tomar el dolor y contenerlo.

En el poema “Cobardía “ Teresa nos habla de “Una herida en la frente,,, de la desidia y la soga cobarde en los tobillos" y termina diciendo: “Un cuento de asesinos / en la tinta perezosa del diario".

Violencia, femicidios, infanticidios, abandonos. Sí, es en éste, nuestro mundo, donde todo esto sucede. Y aunque son palabras las aquí escritas, tienen el filo necesario para romper mordazas, para que dejemos de permanecer impávidos frente al dolor del mundo.


                                                                       


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