Análisis literario de la novela ¡Socorro, mamámomia! de María de la Paz Perez Calvo. Por Vanesa Damonte


Introducción.

En la literatura infantil, las obras con temáticas novedosas y llamativas son claves para que el niño se interese por la lectura y logre profundizar en la misma. En este sentido, la novela ¡Socorro, mamámomia! de la autora argentina María de la Paz Perez Calvo se destacada de manera propicia, ya que presenta no sólo una historia innovadora, sino que sus ocurrentes personajes y su escritura amena y divertida hacen que la lectura de la obra sea atrayente incluso para los adultos que nos adentramos en ella.

En el siguiente trabajo se presentará un análisis de la novela observando cuatro puntos principales que serán utilizados como ejes temáticos. En primera instancia se realizará un análisis de los personajes que lo componen, evaluando la originalidad y el desarrollo de los mismos, así como del conflicto central de la historia. 

En segundo lugar, se prestará atención en los diferentes juegos de palabras y formas de humor que se hagan presente en la obra. Finalmente, en el tercer eje temático se determinarán los valores éticos existentes en la novela y cómo éstos se relacionan con los personajes. Posteriormente, se realizará una conclusión final en base a lo analizado.

Análisis de los personajes principales y el conflicto central

“Antes de que los arqueólogos y los cazadores de tesoros encontraran el Valle de la Mañana Eterna, sus habitantes vivían tranquilos.” (7)

La frase inicial de la novela nos da la bienvenida a un universo fantástico cargado de personajes extraordinarios y divertidos. Según la definición de Tzvetan Todorov, “en un mundo que es el nuestro, el que conocemos […] se produce un acontecimiento imposible de explicar por las leyes de ese mismo mundo familiar. El que percibe el acontecimiento debe optar por una de las dos soluciones posibles: o bien se trata de una ilusión de los sentidos, de un producto de imaginación, y las leyes del mundo siguen siendo lo que son, o bien el acontecimiento se produjo realmente, es parte integrante de la realidad, y entonces esta realidad está regida por leyes que desconocemos.”   Sin embargo, y siguiendo la línea de Rosemary Jackson, quien retoma el análisis de Todorov, con ¡Socorro, mamámomia! percibimos desde el primer capítulo que no se trata simplemente de una novela de fantasía, sino de una novela neofantástica. Esto se debe a que la descripción de Momiápolis con la que nos encontramos en el primer capítulo nos permite comprender que ese mundo de seres milenarios es lo cotidiano en el universo de la historia, así como también esa primera frase cargada de significado nos lleva a vislumbrar que ese mundo y el nuestro coexisten, algo que terminaremos por confirmar a medida que transcurra la narración.

Nuestra protagonista, Nessiriti, es una niñamomia que tiene a la lectura como pasatiempo favorito. Esta actividad se volverá clave en el desarrollo posterior de la historia ya que, en compañía de su carácter aventurero, terminará por brindarle las herramientas necesarias para planear la resistencia junto a sus amigos y, de esta manera, alejar a los invasores.

Sin embargo, probablemente lo que más logre identificar a los niños con el personaje de Nessi es la relación que la niñamomia mantiene con su madre. Sucede que la niñamomia quiere emprender hazañas y vivir aventuras, inspirada por las historias que lee en sus tablitas y por algunos miembros de la familia que también poseen un tinte aventurero, pero su mamámomia no se lo permite con la excusa de que la asusta o es muy peligroso, por lo que Nessi termina molestándose. Esta relación literaria, así como la frustración de la niñamomia ante las negativas recibidas, puede ser percibida por los niños como un gesto de complicidad, ya que es una situación que pueden experimentar en el día a día con sus propias madres.

El conflicto general y epicentro de la historia girará en torno al momento en el que una arqueóloga llamada Julia Verne y su grupo de ayudantes irrumpen en la pirámide, aterrorizando a sus habitantes y obligando a que emprendan todo tipo de expediciones e intentos por lograr, en primera instancia, averiguar qué es lo que sucede y posteriormente, enfrentar a los intrusos. Sin embargo, es el grupo de niños liderados por Nessi, quienes advierten que la mejor forma de conseguir que los extraños abandonen la pirámide es asustándolos, por lo que impulsarán su propio plan de acción.

Por su parte, el personaje de Julia Verne también puede despertar simpatía en el público infantil por tratarse de una soñadora y aventurera que logra alcanzar su principal deseo: encontrar el Valle de la Mañana Eterna. Además, este personaje nos introduce en una de las marcas de poeticidad más significativas del libro:

 “[…] El pasto era verde y sedoso. Las ramas de los árboles traspasaban las nubes. El viento soplaba con suavidad sobre la hierba y las hojas. 

La inmensa pirámide relucía al sol de la mañana.

Julia, de tan feliz, se había puesto a llorar.” (23)

Este episodio sólo encuentra comparación con el que se produce entre Mamámomia y Nessi cuando la mujer descubre que su hija está en peligro y teme perderla.

Lo novedoso de la trama no sólo radica en el mundo de momiapolisences creado por la autora, sino en que, para el lector que está transitando la historia a través de los ojos de Nessi y su grupo, quienes toman el papel de los monstruos son los humanos. Asimismo, los ayudantes de la arqueóloga —Fido, Emo y Orco— serán quienes adquieran el posicionamiento de los antagonistas principales de la narración por descubrirse que se trata de unos ladrones de tesoros, quienes terminarán por intentar burlar a su guía y profanar la pirámide. Irónicamente, y en un giro imprevisible de la historia que resulta ser satisfactoriamente gracioso, serán Nessi y mamámomia quienes lograrán que los individuos abandonen el lugar. De esta manera no sólo terminarán por darle un final a la historia, sino también total sentido al título de la novela.


Jugando con el lenguaje

Probablemente una de las características más destacables de la obra de María de la Paz Perez Calvo es la utilización y apropiación del lenguaje con una naturalidad que, ante los ojos de los niños, lo hace parecer un juego íntimo del cual el lector es partícipe. No sólo introduce palabras como “Momiápolis” para referirse a la ciudad de las momias y llama “momiapolisences” a sus habitantes, sino que también, valiéndose del humor, crea parejas divertidas como “sombría belleza”, “macabramente divertidos” y “mohosa y atractiva” para, de la mano de la ironía, conseguir la risa de quienes leen.

Sin embargo, la magia principal del texto radica en la colección de nombres traviesos que son utilizados no sólo para los protagonistas de la historia, sino también para los diferentes grupos o elementos que componen la ciudad. Es así como descubrimos que el diario local se llama “La Momia que Parla”, que UFA no es una onomatopeya de hastío sino la “Universidad Funebraica Archicientífica”, que el Departamento QEPD no se ocupa de darle el pésame a nadie, sino que es la abreviación para el departamento de Quejas, Escándalos, Problemas y Deficiencias y que el trío FEO no es un insulto a un grupo de personas, sino que se trata de la abreviación de Fido, Elmo y Orco para que la comunicación entre ellos y la arqueóloga fuera más rápida y eficiente. 

De la misma manera en la que al nombrar a algunos personajes se valió del humor para remarcar ciertas características del individuo, como es el caso de Tutankietón, Impulsivotep, Hablobajitic o Peleadorón, en otros también optó por insertar pistas de intertextualidad y, en algunos casos, hasta guiños a los adultos que acompañan a los lectores pequeños. Algunos ejemplos para estos casos son los dos Embalsamados de la Guardia, llamados Dartañaticle y Lancelotipay en una clara referencia a los personajes D’artagnan y Lancelot, protagonistas de Los Tres Mosqueteros y la Leyenda del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda, respectivamente. También sucede lo mismo en el caso de los momiacientíficos Galiletón y Vinchitepuc, quienes sin duda hacen referencia a Galileo Galilei y Leonardo Da Vinci. Y, por supuesto, tampoco podemos evadir lo innegable: Julia Verne lleva su nombre en honor al reconocido escritor de novelas de aventuras, Julio Verne.

Además, estos ejemplos no se tratarían de las únicas marcas de intertextualidad cruzadas por el humor y la ironía presentes en la obra. También encontramos una referencia explícita a McDonald’s en el primer capítulo: “El lugar preferido de los niñomomias era una hamburguesería donde compraban el Sarcofaguito-feliz. El combo incluía una deliciosa hamburguesa de guijarro con barro derretido, un paquete de piedritas fritas y una roca helada espolvoreada con cenizas” (7). Es este, además, un total disparate que cumple una doble función: en primera instancia, dar risa, pero también sirve como un ámbito fácilmente reconocible por el niño, que no sólo le otorga credibilidad a los personajes y a la narración, sino que además produce cierta conexión del lector con la historia y sus protagonistas porque pueden identificarse en personajes como Nessi o Sheps. 

Finalmente, otro rasgo de intertextualidad en la obra, que resulta de gran importancia en la actualidad y que sirve para que los niños se entusiasmen por encontrar en el texto elementos de su vida diaria, fue el pensamiento de Julia Verne al descubrir la pirámide: “Ya imaginaba su nombre en grandes letras en la National Geographic; el documental más visto en el Discovery Chanel; el video con más “Me gusta” en Youtube…” (49) Lo mismo sucede cuando el abuelito ninja de Nessi, Narutop, evoca con su nombre al reconocido personaje de manga y anime, Naruto, o cuando Monopolicom, el gerente del Hotel Embalsamar, recuerda al famoso juego de mesa llamado Monopoly, en donde la misión es comprar y vender bienes raíces. 


Valores éticos en la historia

Como promotores de lectura, los adultos debemos procurar que las obras que llegan al alcance de nuestros niños contengan valores éticos que beneficien al infante en su desarrollo y también en la forma en la que interactúa con su entorno y, especialmente, con las personas que los rodean. Por eso analizar los posibles valores existentes en los libros catalogados como infantiles resulta algo fundamental. 

Pero para que sea más fácil ubicar los valores dentro de la historia, quizás primero convenga preguntarse cuáles son los tópicos existentes en la obra.  En este sentido, podemos llegar a la conclusión de que la historia relatada en el libro gira en torno a la familia y a la amistad, a la importancia del buen liderazgo y a como se debe obrar de buena manera con el fin de evitar perjudicarnos y perjudicar a otros.

Es así como en el personaje de Nessi podemos ver representadas no sólo a la valentía y el entusiasmo por el descubrimiento, sino también la pasión por instruirse y aprender. Además, podemos percibir la transcendencia que la niña le otorga a las tradiciones familiares, incluso como una forma de trasmitir el respeto hacia sus mayores o de demostrar el valor que sus seres queridos tienen para ella. Asimismo, en la niñamomia también se encuentra simbolizada la figura del líder eficiente, quien para lograr lo más beneficioso para la comunidad recurre al análisis y el trabajo en equipo.

En Mamámomia también se verá representada la importancia de la familia, pero especialmente el amor maternal y como éste, llevado al extremo, puede volverse insatisfactorio para ambas partes. Por eso sus monólogos internos cargados de marcas de poeticidad son tan importantes: “Recordar a su hijamomia la llenó de tristeza. ¡Tendría que haberle permitido ir con los otros niños a La Punta! Ahora Nessi no estaría perdida ni en peligro. Y nunca se habría enojado con ella.” (73) Finalmente, y también como un guiño al adulto lector, se llega al entendimiento de que los hijos, aunque parezcan indefensos a los ojos de sus padres o tutores, crecen y con el tiempo son capaces de tomar sus propias decisiones y valerse por sí mismos, aún en las situaciones para las que los adultos creen que aún no se encuentran preparados.

Julia Verne, en cambio, ve representada en su figura a la importancia de luchar por los sueños y perseguir las metas con seguridad, ingenio y valentía. Trasmite la importancia del trabajo duro, también en equipo, y de cómo eso nos permite llegar a buen puerto. O, en este caso, a buena pirámide. Asimismo, aparecen en el personaje rasgos de ingenuidad que la llevan a ignorar las malas intenciones de aquellos que la rodean, pero que le permite, especialmente luego de entender la situación y su actuar inadecuado, remediar las cosas, como puede verse en el final:

 “La doctora Verne nunca más volvió a verlos. […] No se llevó la urna que escondía a Nessi. Devolvió a su sitio el sarcófago de Decrepitecus. Y jamás, jamás reveló la ubicación exacta de la Gran Pirámide del Valle de la Mañana Eterna.” (77)

De esta manera queda demostrado también el valor por el bien común: más allá de la inmensa felicidad que nos produzca algo, no merece la pena si otros sufren por la causa.

En conclusión, a través de la figura de la justicia poética, conocemos el desenlace que Fido, Emo y Orco tuvieron luego de haber intentado profanar la Gran Pirámide y engañar a la persona que confiaba en ellos. Es una forma de inculcarle a los niños que la mentira no es buena y que la maldad lleva a quienes la ejercen por el mal camino, ateniéndose a las consecuencias que obraron sus propios actos.


Conclusión

Luego de un análisis detallado de la novela infantil ¡Socorro, mamámomia!, podemos llegar a la conclusión que se trata de una obra que corresponde al género neo-fantástico debido a que la existencia de seres sobrenaturales se da como natural en el mundo real y hasta cohabita con él. La existencia de estos seres no es lo que provoca la sorpresa, sino un posterior conflicto en la obra que, en este caso fue la llegada de los invasores a la Gran Pirámide.

El innovador y original estilo de la autora permite que la obra sea del agrado de grandes y niños, a pesar que su destinatario principal sea la niñez. Esto sucede no sólo debido al maravilloso uso del humor, el juego de palabras, las ironías y el disparate, sino también gracias a la incorporación de gran variedad de signos de intertextualidad y guiños al adulto. También los niños pueden encontrar personajes agradables, con los que les es fácil establecer una conexión a través de la representación que existe en la novela de situaciones comunes a la infancia en general, sean niños humanos o niñomomias.

En última instancia, es importante mencionar que más allá de que se trate de una obra entretenida y que seguramente provocará más de una carcajada, la suma de valores que trasmite aún sin proponérselo, el ingenio de la autora al trabajar y transformar el lenguaje, así como también la novedad de la trama transforman al libro en una composición sumamente valiosa para la literatura infantil argentina contemporánea. 


Bibliografía

Perez Calvo, María de la Paz (2019).  ¡Socorro, mamámomia!. Buenos Aires: Niña Pez Ediciones.

Todorov, Tzevetan. (1980) Introducción a la literatura fantástica. México: Premia editora de libros S.A., pp. 18-19


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